Recientemente, Bolivia fue testigo de un suceso alarmante que causó conmoción en todo el país. El expresidente Evo Morales, una figura importante en el panorama político de Bolivia, fue blanco de un ataque que plantea serias dudas sobre la seguridad y las tensiones políticas en el país. Este incidente no sólo afecta a Morales y a sus partidarios, sino que también tiene implicaciones más amplias para la estabilidad de Bolivia.
Durante el lunes, el comando en jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia rechazó las acusaciones que hizo el expresidente Evo Morales acerca de un intento de asesinato en su contra, el cual asegura fue concebido como un operativo coordinado con fuerzas militares y policiales.
“Nuestra organización resalta su compromiso con la protección de todos los bolivianos y la defensa de la soberanía nacional”. En un comunicado reciente difundido a través de las redes sociales, se establece que “las fuerzas armadas se mantienen en constante alerta para garantizar la seguridad y el bienestar de la población en todo el territorio nacional”. Esto enfatiza el compromiso inquebrantable de estas instituciones por velar por la protección del país.
Diferentes medios de comunicación han solicitado información a la policía de Bolivia sobre las acusaciones del expresidente Evo Morales. Estas solicitudes surgen tras el ataque que sufrió su vehículo, el cual fue objeto de disparos por desconocidos, resultando heridos dos miembros de su equipo.
Morales denunció que el vehículo que lo trasladaba recibió 14 disparos, lo que alarma a la comunidad